miércoles, 24 de mayo de 2017

Huir, ¿De Cobardes o de Valientes?

“Huye también de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”.
(2 Timoteo 2:22)


Muchas veces hemos escuchado y leído en la Biblia que debemos ser personas valientes, pero cuando leemos la palabra huye en 2 Timoteo 2:22, es casi que imposible pensar en una persona valiente. Desde siempre, huir ha sido considerado como un signo de cobardía, de temor, de evasión de responsabilidades, entre otros. Pero en nuestra vida como cristianos debemos considerar seriamente que en algunas ocasiones es mejor huir que quedarse a sufrir las consecuencias de nuestros malos actos.

Entonces, si hemos sido llamados a ser valientes y esforzados, ¿por qué en el caso de las pasiones juveniles debemos huir? Respondiendo un poco a esta pregunta, primero acotaré que nosotros, los jóvenes, nos caracterizamos por ser demasiado apasionados, con los amigos, con algún deporte, con algún pasatiempo, con las modas y tendencias, etc., pero existen otras cosas que nos pueden desviar del propósito que Dios tiene para nosotros y entre esas están las pasiones juveniles. Es por ello, que encontramos en ese versículo que debemos huir de ellas.

En la Biblia podemos encontrar que las pasiones y los deseos de la carne son comunes en el ser humano, pero son una verdadera lucha cuando somos jóvenes y esto se debe a que mientras tengamos estos cuerpos terrenales, no podremos estar a salvo de ellas (Romanos 7:18).
Las pasiones juveniles son deseos intensos y desordenados que presentan los jóvenes por inmadurez o falta de experiencia. No solo se refiere a las pasiones sexuales, sino a un conjunto de acciones que llevan a los jóvenes a separarse de Dios. Entre ellas tenemos: los chismes, las mentiras, la envidia, la avaricia, la drogadicción, la fornicación, el alcoholismo, homosexualismo, entre otros. Lo que quería decir el Apóstol Pablo en relación a las pasiones juveniles, era que el joven vive un padecimiento cuando enfrenta la tentación y los deseos de la carne, haciendo que perdamos la razón, dominándonos a tal punto, que nos hacen desviar del camino correcto.
¡Debes HUIR!

Huir significa escapar, alejarse precipitadamente de un lugar o de una persona por temor o para evitar un daño o un peligro. La Biblia no nos enseña que debemos luchar contra las pasiones juveniles, no nos dice que debemos resistirla con fe, al contrario, nos expresa claramente que debemos huir, antes de que estas nos hagan daño.
Ciertamente, hemos nacido de nuevo, ahora somos hijos Dios. Sin embargo, como lo mencioné anteriormente los deseos pecaminosos siguen en nuestra carne. No importa la cantidad de años que tengamos siendo cristianos o las muchas experiencias que hayamos tenido en Cristo, los deseos pecaminosos siguen en nuestro cuerpo, es por ello que, si queremos permanecer santos sin contaminarnos debemos huir de ellos.
No permitas que estas pasiones se aniden en tu corazón, siendo indulgente con el pecado, manteniendo una actitud pasiva, permitiéndoles que contaminen tu mente. (“y que cada uno de ustedes sepa controlar su propio cuerpo, como algo sagrado y digno de respeto. Deben dominar sus malos deseos sexuales, y no portarse como los que no creen en Dios” 1 Tesalonicenses 4:4-5)

Mientras huyes sigues a Cristo

Pablo nos enseña que huyamos de algo terrible pero que siguiéramos hacia algo maravilloso. (…y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz)
Seguir significa ir por un determinado camino o dirección, y ¿quién es ese camino? Cristo y ¿cuál es la dirección? La justicia, la fe, el amor y la paz. La justicia, para que estemos bien en nuestra relación con otros; la fe, para no titubear en quien hemos creído y lo que ha dicho de nosotros; el amor, para que no halla egoísmo en nuestro corazón, un amor que sepa dar y ofrecer, un amor ilimitado que proviene de Dios, con el cual podemos amar a todos. A medida que experimentamos a Cristo como todas estas virtudes, en vez de luchar con las pasiones, tenemos a Cristo como nuestra verdadera paz interior.
 “La justicia se ejerce para con uno mismo, la fe para con Dios y el amor para con otros; la paz es el resultado de estas tres virtudes”. (Nota de pie de página de este versículo en la Versión Recobro)



¿Qué debo hacer?

Pablo culmina este versículo dándonos una forma práctica para huir de las pasiones y seguir a Cristo: “con los que de corazón puro invocan al Señor”.
La connotación con los que, significa que es con los creyentes, que al igual que tú, ellos también están escapando diariamente de las pasiones, siguiendo a Cristo e invocando al Señor con un corazón puro. Ciertamente, debe haber una relación diaria y personal con Dios, pero también es importante encontrarnos con compañeros creyentes con los que podamos orar, compartir la palabra, consagrarnos, así como también podamos aprender y enseñar sobre crecer en el Señor.

Tu solo no puedes enfrentar a satanás. No obstante, al estar “con los que” podemos ser fortalecidos y animados para que sigamos el camino que Cristo trazo para nuestras vidas, ellos nos ayudarán a huir de los deseos de la carne y a escapar de las tentaciones del mundo.

Por otra parte, queremos recordarte lo que dice 1 Corintios 15: 33 No se dejen engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres» (NVI). El tipo de persona con la que pasas mayor tiempo puede influenciarte de manera positiva o negativa. Es por ello, que te invitamos nuevamente a que compartas con personas que te acerquen más a Dios y te alejen de los deseos de la carne. Nosotros también somos esos “con los que” tú puedes compartir, siempre estamos a la disposición de escucharte o leer a través de nuestras redes, las luchas o situaciones difíciles que estas atravesando.

Para finalizar, quiero regalarte Romanos 8:13 “porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”. Deja que Espíritu Santo te enseñe a vivir una vida que agrada a Dios.


Nos leemos en la web.