“Huye también de las pasiones juveniles y sigue la justicia,
la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”.
(2 Timoteo 2:22)
Muchas veces hemos escuchado y leído en la Biblia que debemos
ser personas valientes, pero cuando leemos la palabra huye en 2 Timoteo 2:22, es casi que imposible pensar en una persona
valiente. Desde siempre, huir ha sido considerado como un signo de cobardía, de
temor, de evasión de responsabilidades, entre otros. Pero en nuestra vida como
cristianos debemos considerar seriamente que en algunas ocasiones es mejor huir
que quedarse a sufrir las consecuencias de nuestros malos actos.
Entonces, si hemos sido llamados a ser valientes y
esforzados, ¿por qué en el caso de las pasiones juveniles debemos huir?
Respondiendo un poco a esta pregunta, primero acotaré que nosotros, los
jóvenes, nos caracterizamos por ser demasiado apasionados, con los amigos, con
algún deporte, con algún pasatiempo, con las modas y tendencias, etc., pero
existen otras cosas que nos pueden desviar del propósito que Dios tiene para
nosotros y entre esas están las pasiones juveniles. Es por ello, que
encontramos en ese versículo que debemos huir de ellas.
En la Biblia podemos
encontrar que las pasiones y los deseos de la carne son comunes en el ser
humano, pero son una verdadera lucha cuando somos jóvenes y esto se debe a que
mientras tengamos estos cuerpos terrenales, no podremos estar a salvo de ellas
(Romanos 7:18).
Las pasiones juveniles
son deseos intensos y desordenados que
presentan los jóvenes por inmadurez o falta de experiencia. No solo se
refiere a las pasiones sexuales, sino a un conjunto de acciones que llevan a
los jóvenes a separarse de Dios. Entre ellas tenemos: los chismes, las mentiras,
la envidia, la avaricia, la drogadicción, la fornicación, el alcoholismo, homosexualismo,
entre otros. Lo que quería decir el Apóstol Pablo en relación a las pasiones
juveniles, era que el joven vive un padecimiento cuando enfrenta la tentación y
los deseos de la carne, haciendo que perdamos la razón, dominándonos a tal
punto, que nos hacen desviar del camino correcto.
¡Debes HUIR!
Huir significa escapar, alejarse precipitadamente de un lugar o de
una persona por temor o para evitar un daño o un peligro. La Biblia no nos
enseña que debemos luchar contra las pasiones juveniles, no nos dice que
debemos resistirla con fe, al contrario, nos expresa claramente que debemos
huir, antes de que estas nos hagan daño.
Ciertamente, hemos nacido de nuevo, ahora somos hijos Dios.
Sin embargo, como lo mencioné anteriormente los deseos pecaminosos siguen en
nuestra carne. No importa la cantidad de años que tengamos siendo cristianos o
las muchas experiencias que hayamos tenido en Cristo, los deseos pecaminosos
siguen en nuestro cuerpo, es por ello que, si queremos permanecer santos sin
contaminarnos debemos huir de ellos.
No permitas que estas pasiones se aniden en tu corazón,
siendo indulgente con el pecado, manteniendo una actitud pasiva, permitiéndoles
que contaminen tu mente. (“y que cada uno de ustedes sepa controlar su propio cuerpo, como algo
sagrado y digno de respeto. Deben dominar sus malos deseos sexuales, y no portarse como los que
no creen en Dios” 1 Tesalonicenses 4:4-5)
Mientras huyes sigues a Cristo
Pablo nos enseña que
huyamos de algo terrible pero que siguiéramos hacia algo maravilloso. (…y sigue la justicia,
la fe, el amor y la paz)
Seguir significa ir por un determinado
camino o dirección, y ¿quién es ese camino? Cristo y ¿cuál es la dirección? La
justicia, la fe, el amor y la paz. La justicia, para que estemos bien en
nuestra relación con otros; la fe, para no titubear en quien hemos
creído y lo que ha dicho de nosotros; el amor, para que no halla egoísmo en
nuestro corazón, un amor que sepa dar y ofrecer, un amor ilimitado que proviene
de Dios, con el cual podemos amar a todos. A medida que experimentamos a Cristo
como todas estas virtudes, en vez de luchar con las pasiones, tenemos a Cristo
como nuestra verdadera paz interior.
“La justicia se ejerce para con uno mismo, la
fe para con Dios y el amor para con otros; la paz es el resultado de estas tres
virtudes”. (Nota de pie de página de este versículo en
la Versión Recobro)
¿Qué
debo hacer?
Pablo culmina este versículo dándonos una forma práctica
para huir de las pasiones y seguir a Cristo: “con los que de corazón puro invocan al Señor”.
La connotación con
los que, significa que es con los creyentes, que al igual que tú, ellos
también están escapando diariamente de las pasiones, siguiendo a Cristo e
invocando al Señor con un corazón puro. Ciertamente, debe haber una relación
diaria y personal con Dios, pero también es importante encontrarnos con
compañeros creyentes con los que podamos orar, compartir la palabra,
consagrarnos, así como también podamos aprender y enseñar sobre crecer en el
Señor.
Tu solo no puedes enfrentar a satanás. No obstante, al
estar “con los que” podemos ser fortalecidos y animados para que sigamos el
camino que Cristo trazo para nuestras vidas, ellos nos ayudarán a huir de los
deseos de la carne y a escapar de las tentaciones del mundo.
Por otra parte, queremos recordarte lo que dice 1 Corintios 15: 33 No se dejen engañar: «Las
malas compañías corrompen las buenas costumbres» (NVI). El tipo de persona
con la que pasas mayor tiempo puede influenciarte de manera positiva o
negativa. Es por ello, que te invitamos nuevamente a que compartas con personas
que te acerquen más a Dios y te alejen de los deseos de la carne. Nosotros
también somos esos “con los que” tú puedes compartir, siempre estamos a la
disposición de escucharte o leer a través de nuestras redes, las luchas o
situaciones difíciles que estas atravesando.
Para finalizar, quiero regalarte Romanos 8:13 “porque si
vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las
obras de la carne, viviréis”. Deja que Espíritu Santo te enseñe a vivir una
vida que agrada a Dios.
Nos leemos en la web.